Seguramente las algas nos recuerdan a nuestras abuelas, a
guisos con olores poco atractivos y no nos dan ganas de darles una segunda
oportunidad, pero entre tanta lectura y bombardeo de información que he tenido últimamente,
me he ido dando cuenta de que tenemos que incorporarlas a nuestra dieta y darle
miles de oportunidades.
Además, estamos en un país con una inmensa costa y la venta
de cochayuyo es algo bastante común, hasta en los supermercados. Es decir, no
hay excusas!
Los vegetales del mar tienen enormes beneficios para la salud.
Las algas son ricas en vitamina A, B, C y E, nos aportan minerales que se
encuentran en proporciones similares a las de la sangre, producen grandes
cantidades de proteínas y complejos hidratos de carbono, carotenos y clorofila.
Tienen muchos beneficios para nuestras mucosas y flora intestinal, por lo que
merecen un sitio importante en nuestra despensa.
Las algas refuerzan nuestro
sistema inmunológico, aportan nutrientes claves, estimulan el metabolismo, reequilibran
y mineralizan nuestro cuerpo, estimulan el aparato circulatorio, limpian el
sistema linfático, retardan el envejecimiento por su aporte de antioxidantes,
protegen y lubrican las mucosas, son antirreumáticas y anticancerígenas,
depuran y fluidifican la sangre, y en general, desintoxican nuestro organismo.
Con esta inmensa cantidad de beneficios, claro está que tenemos que empezar a
consumirlas de manera constante.
Algunas de las algas que hoy día
podemos incorporar fácilmente a nuestra alimentación son las que encontramos en
supermercados japoneses (en Patronato hay varios), como el wakame, kombu y
nori, que nos llegan deshidratadas.
Además, la popular spirulina gana
más y más adeptos gracias a sus propiedades, y hoy en día se ha hecho muy fácil
encontrarla en polvo en tiendas de alimentación saludable y algunas farmacias.
Por último, nos encontramos con
nuestras algas, las propias: el cochayuyo, el ulte, el luche…
Aquí van los beneficios de algunas
de ellas, para que se sigan convenciendo de que no podemos dejarlas pasar!
Wakame: Es la alga más rica en vitamina
B12, tiene altos niveles de yodo, hierro, calcio y magnesio. Es anticoagulante,
inmunoestimulante, hipotensora y anticancerígena. Mejora el aspecto de la piel
y del pelo. La manera más fácil de incluirla en nuestras recetas es molida, reemplazando la sal en
ensaladas.
Kombu: Es una de las algas más rica en
calcio, yodo, hierro y magnesio.
Es hipotensora y tiene un marcado efecto antitumoral. Elimina residuos
radioactivos del cuerpo, es alcalinizante, anticoagulante y modera los
desequilibrios hormonales. Se puede cortar en tiras finas, previamente
remojada, y agregar a ensaladas o licuados, o molerla y agregarla como el
wakame.
Nori: Esta es la típica alga con que
envuelven el sushi los japoneses, y nos aporta grandes cantidades de proteína
(ya saben… cuando nos preguntan a los que no consumimos proteína animal, de
donde la obtenemos, aquí hay una de las tantas fuentes), potasio, calcio, yodo,
hierro, fósforo y vitaminas A, B, C, D y E. Tiene principios activos
antiulcerosos, antibacterianos y anticancerígenos. Es útil para ayudar en la
mejoría de problemas circulatorios y bajar el colesterol. Consumirla es muy fácil,
podemos comerla a modo de snack (incluso en EEUU ya la están vendiendo en este
formato), armar exquisitos rolls de verduras y alguna salsa de semillas, o
molerla y agregarla a las ensaladas.
Spirulina: Alga de un tono azul-verdoso
intenso que llega a nosotros en polvo, contiene un 70% de proteínas de alta
calidad, 17 aminoácidos (de los cuales 8 son esenciales), es rica en vitaminas
del grupo B, ácido fólico (ojo embarazadas), betacaroteno y minerales como el
calcio, zinc, hierro, magnesio, selenio, fósforo y otros. Nos aporta clorofila,
que nos ayuda en la producción de glóbulos rojos y limpia el organismo, sobre
todo el hígado y los riñones. Además, es muy buena para el sistema digestivo,
combatiendo el estreñimiento, ayudando a que aumente la flora intestinal y
protegiendo los riñones. Limpia la grasa de las arterias, regulando el
colesterol. ¿Cómo podemos consumirla? Agregando una cucharadita a nuestros
jugos y batidos, o incluso a nuestros aliños. Vamos de a poco con la cantidad,
porque el sabor de esta alga a veces no es muy agradable.
Cochayuyo: Alga originaria de nuestras
costas, muchos la comimos de niños en guisos poco atractivos, y por eso hoy la
tenemos en el olvido. Es indicada como alimento nutritivo para personas que
sufren de reumatismo o gota, ya que nos aporta yodo, actuando sobre la glándula
tiroidea. Además, en su calidad de alga, nos aporta todos los beneficios que
mencionamos anteriormente. Podemos agregarla a nuestras ensaladas (molida o
picada muy chica), hacer ceviche, comerla a modo de snack o tomarla en
infusiones (50 gr por 1 lt de agua).
Les dejo la receta del ceviche de
cochayuyo para que empiecen por aquí, pueden hacerle variaciones según su
propia forma de preparar un ceviche.
CEVICHE DE COCHAYUYO
-
1
taza de cochayuyo picado en cubitos (lo mejor es con tijera)
-
½
palta picada en cubos
-
¼
taza de jugo de limón
-
1
cebollín picado fino (incluidas sus hojas) o ½ cebolla morada picada en
cuadritos
-
pimentón
rojo picado en cuadritos
-
cilantro
picado
-
ralladura
de jengibre
-
pimienta
Poner el cochayuyo en un bowl con el jugo de limón por una
hora, para ablandar. Luego agregar los otros ingredientes, revolver y servir.
Simple y rico!
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